
El Papa advirtió contra la deforestación excesiva, por los incendios y la tala masiva de árboles, que pone en peligro el futuro de Madagascar, durante el discurso que pronunció ante las autoridades en su primer día de agenda oficial en el país.
Francisco, que llegó el viernes 6 a la cuarta isla más grande del mundo procedente de Mozambique, acudió al palacio de Iavoloha, residencia oficial del presidente, Andry Rajoelina, para una reunión privada, y después se dirigió a las autoridades.
Tras ser recibido con el aria "Va pensiero" de la ópera Nabucco, el pontífice pronunció su discurso ante centenares de autoridades y diplomáticos e hizo hincapié en un problema que afecta a Madagascar, a una gran parte de los países africanos y que se ha puesto de manifiesto con los últimos incendios en el Amazonas: la deforestación. Madagascar se encuentra entre los veinte países más pobres del mundo, según el índice de desarrollo humano (IDH), con el 70 % de la población que vive con menos de dos dólares al día, y una alta desnutrición infantil en niños de 0 a 5 años, según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).