ARGEL. Argelia cumple hoy un mes de protestas masivas en las calles, un movimiento que empezó exigiendo la renuncia del presidente, Abdelaziz Bouteflika, gravemente enfermo, y que derivó en una marea popular en contra de la corrupción de un sistema clientelar dominado por el Ejército.
Un descontento social que estalló primero en los estadios de las barras bravas más fanáticas, que saltó inesperadamente a esas calles el 22 de febrero gracias a los mismos radicales.