
Un Tribunal de Guatemala resolvió ayer aceptar la extradición a Estados Unidos de la exvicepresidenta Roxana Baldetti, acusada de haber recibido dinero y seguridad armada del cártel mexicano Los Zetas a cambio de dejar pasar droga por su país, pero esta no se hará efectiva hasta que no se solventen las causas judiciales pendientes.
Durante la lectura de la resolución, el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, que comprobó que toda la documentación legal estaba en regla, admitió el "allanamiento" de la propia Baldetti, que aceptó voluntariamente su extradición para demostrar su inocencia, pues dijo ser "inocente" de todos los cargos. No obstante, la sentencia, apelando al artículo 30 de la Ley Reguladora del Proceso de extradición, dijo se impedirá la entrega de Baldetti a Estados Unidos, donde es requerida por el Distrito de Columbia por los delitos de "asociación delictuosa y conspiración para el tráfico de drogas", hasta el momento que pueda solventar los procesos legales abiertos en Guatemala.
En la vista, Baldetti, que declaró por videoconferencia desde la prisión Santa Teresa -dónde está recluida-, aseguró que esta acusación es una "venganza" y una "persecución" de sus "muchos enemigos", y reiteró que no pondría en riesgo ni la vida de sus hijos ni la de su familia.
"Yo me declaro inocente señor juez. No colaboré, no ayudé porque yo tengo dos hijos y sé que esa gente se cobra con la vida. Yo no colaboré con esa gente (...). Me declaro inocente de todos los casos que me han abierto en Guatemala", resumió, y añadió que no se convertiría en narcotraficante por 250.000 euros.
Según la investigación, la exvicepresidenta, presa en Guatemala por varios casos de corrupción, recibió hasta 250.000 dólares del cártel mexicano cuando era candidata del Partido Patriota (PP), por el que resultó electa, y a cambio utilizaría su influencia para permitir a los Zetas traficar cocaína a través de Guatemala hacia México para su eventual introducción hacia Estados Unidos.