El Papa Francisco viaja hoy a Egipto con un mensaje de "reconciliación" entre religiones, de rechazo de la violencia y para mostrar su cercanía a los coptos poco después de los ataques contra estos cristianos en un país de mayoría musulmana.
Rodeada de grandes medidas de seguridad, las apenas 27 horas que pasará Francisco en El Cairo en su décimo octavo viaje internacional incluyen la participación del pontífice en una conferencia internacional de paz con asistencia de líderes de países musulmanes.
En ese acto, previsto para la tarde de hoy viernes, el Papa hablará a sus participantes después de la intervención del gran imán de la universidad islámica de El Cairo Al Azhar, Ahmed Al Tayeb.
El pontífice confirma así el acercamiento a esta institución suní tras el enfriamiento de relaciones bajo el pontificado de Benedicto XVI y después de que ese centro de referencia islámico insistió en que difunde la paz y en que el islam prohíbe a sus fieles llevar bombas y detonarlas entre inocentes.
Francisco es el segundo papa que viaja a Egipto, tras la visita que en 2000 hizo Juan Pablo II y habiendo insistido durante su pontificado que no hay una "guerra de religiones" a propósito de los numerosos atentados reivindicados por el Estado Islámico (EI) que han causado víctimas cristianas y musulmanas.
El Papa defiende que el diálogo es el instrumento tanto para superar el recurso a la violencia que ilustran esos atentados como para acabar con las diferencias entre los mismos cristianos, un esfuerzo ecuménico que también se podrá presenciar en El Cairo. En la capital egipcia el pontífice argentino se reunirá con el papa copto ortodoxo, Teodoro II, y volverá a coincidir con el patriarca de Constantinopla, Bartolomé, que también ha sido invitado por el imán Al Tayeb a los eventos cairotas.