
Dos hombres de 40 y 42 años quedaron bajo prisión preventiva luego de que sus dos sobrinas de 7 y 15 les acusaran de violarlas en reiteradas oportunidades.
El caso quedó al descubierto en la localidad de Uyuni, donde ambas víctimas vivían con sus agresores en la misma casa. Sin embargo, cansadas de las agresiones sexuales decidieron comunicar al pastor de la iglesia evangélica donde acudían.
La develación de las menores fue denunciada al personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) de esa ciudad fronteriza.
El director de esa unidad policial, coronel Eduardo Moscoso, confirmó la aprehensión de los dos sujetos y posteriormente fueron remitidos al Ministerio Público.
El fiscal asignado a la investigación presentó la imputación formal por el delito de violación ante un juez. Tras conocer los antecedentes de la denuncia y las pruebas testificales presentadas, la autoridad jurisdiccional determinó el encierro preventivo de ambos en la cárcel de esa región.
El coronel Moscoso lamentó que los padres de las menores simplemente se convirtieron en simples “observadores”. Ahora se abre la posibilidad que los progenitores también sean investigados, pero está sujeto a lo que defina el representante del Ministerio Público.