
Violencia sexual, encierro y aborto forzado: el patrón de terror que vivió una adolescente de 16 años. Ella denunció haber sido víctima de abuso sexual sistemático desde los 14 años por parte de un minero de 39, quien instauró un claro patrón de sometimiento y control prolongado.
Según el testimonio de la víctima, el agresor habría establecido una relación asimétrica desde el inicio del vínculo, utilizando su posición de poder económico y edad para someterla de forma continua a relaciones sexuales forzadas. Producto de esos abusos, la menor quedó embarazada en dos ocasiones: en la primera, fue obligada a abortar, mientras que en la segunda dio a luz a una niña que hoy tiene dos años.
La denuncia fue activada tras una gestión ante el Serecí para obtener el certificado de nacimiento de la niña, momento en el que la adolescente relató su historia a las autoridades. Eso permitió activar la intervención de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) y la posterior aprehensión del acusado, quien fue imputado formalmente por el delito de violación. El juez ordenó su detención preventiva en el penal de Cantumarca.