El periodista Juan Orellana fue aprehendido ayer, en una acción directa de la Policía que se realizó en el frontis de la radio Fides, donde trabaja, por un supuesto caso de extorsión. El secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Potosí, Erwin Valda, denunció que ese hecho estuvo plagado de irregularidades y la mayor de ellas fue que un policía le entregó un sobre de dinero, en pleno acto, en un obvio intento de “sembrar pruebas” contra el informador.
El director del Servicio Departamental de Deportes (Sedede) de Potosí, Edgar Gonzáles, denunció por extorsión a Orellana porque, supuestamente, este le habría contactado telefónicamente el 6 de diciembre para pedirle 10.000 Bolivianos para no publicar un comprometedor informe de la Unidad de Transparencia de la Gobernación; sin embargo, su contenido ya había sido revelado por el informador, en repetidas ocasiones, en la emisora donde trabaja. Esta es una de las conclusiones de este diario, tras revisar la documentación de este caso, incluyendo las pruebas de Gonzáles que él, o terceros, se encargaron de difundir mediante las redes sociales. Entre estas destaca una captura de pantalla en la que el periodista le pide 10.000 Bolivianos para no publicar el informe. “Y me cayo”, se lee en la captura de pantalla, pero Orellana dice que él sabe conjugar el verbo “callar”, que es muy distinto a “cayar”, que es una palabra inexistente en el diccionario. A partir de ahí, las capturas de pantallas siembran dudas.
La supuesta extorsión consistiría en que Orellana consiguió un documento comprometedor para Gonzales y le pidió 10.000 Bolivianos para no difundirlo, pero el periodista ya había expresado varias veces, en Radio Fides, que existían denuncias contra el director del Sedede que sus superiores no atendían. El documento es un informe de la Unidad de Transparencia de la Gobernación que detalla hasta ocho denuncias de irregularidades, no solo contra Gonzáles sino contra otros cuatro funcionarios del Sedede: Javier Baldiviezo, Vladimir Pérez, Abel Rollano y Escarleth Evangelina Choque. El informe vincula sentimentalmente a esta última con el director del Sedede.
Una vez que consiguió el informe, Orellana le mandó fotografías al gobernador, Marco Antonio Copa, preguntándole si se había enterado de su contenido. Por tanto, el documento ya había sido difundido incluso con la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) de la Gobernación, así que la extorsión no tiene base.
¿Extorsión en el Boulevard?
Según la denuncia que cursa en el cuaderno de investigaciones, Orellana habría citado a Gonzáles a la radio Fides para que le entregue el dinero que le pidió como extorsión. Desde su celda en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Crimen, el periodista hizo notar que el pago de un soborno no se entrega a plena luz del día, y en pleno Pasaje Boulevard. Dijo que sí citó al director del Sedede, pero para que ofrezca su versión sobre el caso, que ya había sido denunciado.
Gonzáles llegó hasta la emisora, que funciona en el Boulevard, en compañía de policías del Departamento de Análisis e Inteligencia que no portaban marbetes. Según Valda, cuando los uniformados se le acercaron para avisarle que lo iban a detener, le entregaron el sobre.
El informe sobre las irregularidades en que habría incurrido Gonzáles y los otros funcionarios fue elaborado por el responsable de la Unidad de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción de la Gobernación de Potosí, Oscar Gilamita, y fue elevado al gobernador el 24 de octubre de 2024.