La producción de carbonato de litio arrancaría recién en 2023, pero en el gobierno se habla con mayor seguridad del año 2025 como el de la industrialización del litio existente en el Salar de Uyuni.
En entrevista exclusiva con El Potosí, el presidente ejecutivo de Yacimiento de Litio Bolivianos (YLB), Carlos Humberto Ramos, dijo que el gobierno del presidente Luis Arce está acelerando el proceso de industrialización del litio, pero, aun así, este año no se pasará de la fase piloto de producción de carbonato de litio, en la planta de Llipi, ubicada en el sudoeste potosino, y se estima que, en ese marco, se prevé producir unas 1.000 toneladas de ese producto que sigue siendo materia prima para la fabricación de baterías.
Habló de la posibilidad de construir “una planta de tamaño mediano” que; sin embargo, tardaría por lo menos dos años. Mientras, a finales de 2022 podría comenzar la producción de carbonato de litio a nivel industrial en un estimado de 15.000 toneladas anuales.
Ese dato confirma las proyecciones que hizo el director de la Carrera de Química de la Universidad Autónoma Tomás Frías, Renán Soruco, quien señaló que el gobierno boliviano había previsto producir 15.000 toneladas de carbonato de litio este año, cuando Argentina ha previsto 331.000 toneladas, Chile 111.600, Australia 315.000, Canadá 107.320 toneladas, Estados Unidos 80.000, China 102.000 y otros países proyectan 40.000 toneladas para este año. La única variante es que todos esos países producirán esas cantidades, mientras que Bolivia solo producirá 1.000 toneladas, todavía con carácter piloto.
BATERÍAS, NO
La producción de carbonato de litio es apenas un paso en la industrialización de ese recurso, por cuanto, para llegar a la fabricación de baterías, primero se debe producir cátodos de litio.
El presidente de YLB explicó que eso es parte de la cadena productiva y es por eso que todos los países producen primero carbonato de litio, antes de pasar a la etapa de cátodos. “El salto a baterías no es un salto que se pueda hacer inmediatamente”, dijo. “Actualmente, lo que hacen es exportar carbonato de litio, ya sea de Chile o de Argentina, y procesar ese carbonato de litio en China, en otros países donde ellos hacen los cátodos y posteriormente baterías”, agregó. No obstante, ese proceso sigue respondiendo a la lógica de la exportación de materia prima y, según señaló, lo que busca el gobierno boliviano es que previamente haya un proceso de industrialización en el país, antes de vender el producto.
RETRASO
Ramos admitió que Bolivia está retrasada en su incursión al mercado del litio, pero la demanda es tal que, cuando lo haga, todavía encontrará suficientes mercados para ofrecer su producto.
“La demanda mundial del litio es muy grande y todo lo que se produce actualmente no llega a satisfacer ese mercado mundial del litio”, aseguró y, más aún, dijo que esa demanda no se llegará a cubrir ni siquiera cuando Bolivia pase a formar parte del mercado.
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