
Ambiente cordial antes de un posible duelo en la final: a unas horas de su entrada en liza en el Masters 1000 de París, Rafael Nadal y Novak Djokovic, en pugna por el número uno del mundo, se mostraron relajados y cómplices.
Los dos mejores jugadores del mundo juntos en un entrenamiento, bromeando como amigos, la víspera de un torneo importante, no es algo habitual.
"Es verdad que hacía años que no entrenábamos juntos, fue un poco extraño", reconoció el serbio este lunes en conferencia de prensa. "Cuando lo veo al otro lado de la red, generalmente quiere decir que estoy en semifinales o en la final de un torneo de envergadura", añadió.
"Fue muy agradable, muy intenso. La rivalidad estaba ahí, pero de forma respetuosa", añadió 'Djoko'.